La prisión de ‘El bueno, el feo y el malo’ abre sus puertas en el Parque Natural Sabinares del Arlanza – La Yecla
©Comunica por Cuatro: Amantes del spaghetti western y buscadores de paisajes de cine ¡WANTED! ¿Recompensa? Una visita al campo de prisioneros de ‘El bueno, el feo y el malo’. El duelo será el 7 y 8 de septiembre al caer el sol en Carazo, un municipio burgalés a 60 kilómetros de la capital. Aquí estuvieron presos Clint Eastwood (Rubio) y Eli Wallach (Tuco) y aquí volverá a abrir sus puertas (acceso gratuito) el fuerte más temido por los vaqueros del Lejano Oeste: la prisión de Betterville. La Ruta del Salvaje Burgos tiene nueva parada, así que es el momento perfecto para descubrir este destino de cine, perdido en el corazón del Parque Natural Sabinares del Arlanza-La Yecla.
Desde que en 1966 Sergio Leone eligiese los espectaculares paisajes de la Sierra de la Demanda (Antonio Pérez Giner mediante, pues fue quien tras rodar ‘El Valle de las Espadas’ recomendó este paraje a Leone) para rodar uno de los grandes clásicos del spaghetti western, la bola de espinas no ha dejado de rodar por estas tierras burgalesas y son muchos los que la persiguen para ver los escenarios de rodaje de la icónica película. El que llega hasta aquí, casi puede escuchar a lo lejos ‘The Ecstasy of Gold’ de Ennio Morricone. Porque este lugar es el vivo escenario de ‘El bueno, el feo y el malo’.
Cuatro son las localizaciones (perfectamente señalizadas) escogidas por Leone en este valle: el Puente Langstone (sobre el río Arlanza), la Misión San Antonio en el Monasterio San Pedro de Arlanza, el cementerio de Sad Hill (inaugurado en 2016 con motivo del 50 aniversario de la película) y la prisión de Betterville. Esta última es la que acaba de recuperar la Asociación Cultural Sad Hill en un intento de dinamizar el turismo en la zona y devolver a estos enclaves el protagonismo que han tenido. Su
historia es de película.
Betterville: una prisión de cine que nace de entre las cenizas de un Parque Natural En el verano de 1966, Majada de las Merinas, a pocos minutos de Carazo, vivía una revolución. La Guerra Civil Americana cobraba vida en este altozano a pocos kilómetros de la capital burgalesa y Sergio Leone, el maestro del spaghetti western, llegaba hasta aquí para rodar la que sería su gran obra maestra: ‘El bueno, el feo y el malo’. Le acompañaban en el reparto estrellas como Clint Eastwood, Eli Wallach o Lee Van Cleef. Ahí es nada.
Bajo la espectacular mirada de la Peña Carazo, hoy importante punto para la observación de aves a nivel nacional, y junto al arrullo del río Mataviejas, se levantaba el famoso fuerte Betterville. El paso de los años lo convirtieron en ruinas, pero un proyecto de reconstrucción liderado por la Asociación Cultural Sad Hill (sin obviar el trabajo del Colectivo Arqueológico de Salas de los Infantes y el Club Deportivo Silos) e impulsado por el Parque Natural Sabinares del Arlanza-La Yecla, Burgos Origen y
Destino y la Burgos Film Commission, con la colaboración del Ayuntamiento de Carazo (donde está el fuerte) y el de Santo Domingo de Silos, han devuelto a la vida este famoso campo de prisioneros.
El próximo7 y 8 de septiembre, se celebra este renacimiento con una jornada de limpieza del entorno Betterville (16h), el concierto de Cardelina (19h) en Carazo y la proyección de ‘El bueno, el feo y el malo’; una oportunidad única para vivir este clásico del spaghetti western desde dentro. Naturaleza salvaje, arquitectura cinematográfica y una de las grandes historias de vaqueros son tres de las grandes excusas para venir hasta este rincón burgalés que rezuma patrimonio, cultura y una
gastronomía de la que habrá rendido buena cuenta Clint Eastwood allá por los años sesenta. Morcilla, buen vino y gigantes rocosos protegiendo un valle de incuestionable belleza, atrapado entre Carazo, Contreras y Santo Domingo de Silos.
Algunos locales aún recordarán compartir cantina con estrellas de Hollywood como Eastwood o Eli Wallach, por eso la Asociación Cultural Sad Hill aprovechará también para rendir homenaje a algunos de los extras locales que participaron en el rodaje de ‘El bueno, el feo y el malo’. Eso será el día 8, justo después de la inauguración oficial del campo de prisioneros (12h) y un poco antes de que la Asociación Imperial Service libre una batalla de la Guerra Civil Americana allí mismo. Una batalla en la
que los asistentes podrán decidir el bando por el que luchan: Unionistas (pantalón y chaqueta azul) o Rebeldes (pantalón gris o azul y chaqueta gris).
Un capítulo que sin duda añadirá emoción a un proyecto ya de por sí emocionante, pues esta escenografía renace de las cenizas de la zona, pues la reconstrucción del fuerte se llevó a cabo con la madera de las sabinas que resultaron quemadas en los incendios que asolaron una parte del parque natural en 2022. En este escenario, que se podrá admirar perfectamente reconstruido y, de manera gratuita, a partir del 7 de septiembre, se podrá ver también el mítico puente de la cinta, así como numerosa cartelería y una mesa de interpretación con la que se pretende ayudar al visitante a aterrizar la película en el terreno. Sobre el set, el vuelo del buitre leonado, pues cabe recordar que Sabinares del Arlanza-La Yecla, aparte de ser uno de los bosques de sabinas más extensos y mejor conservados del mundo, es también el hábitat de una de las mayores poblaciones de buitres leonados de España.
El cementerio de Sad Hill: 5.000 tumbas vacías a los pies del Valle de Mirandilla. Fue el primer escenario de ‘El bueno, el feo y el malo’ en reconstruirse. Nunca un camposanto fue más hermoso y el Valle de Mirandilla tiene mucho que ver. La escena cumbre de ‘El bueno, el feo y el malo’ de Sergio Leone se recuerda como uno de los grandes momentos del cine y tiene lugar en el cementerio de Sad Hill, en uno de los valles más bonitos y desconocidos de la provincia de Burgos, entre las localidades de Contreras y Santo Domingo de Silos.
Seis kilómetros lo separan de la prisión de Betterville por una ruta que bien podría llamarse la ‘Ruta del Salvaje Burgos’ (sendero de cine entre Sad Hill y Betterville), pues atraviesa los paisajes de un Burgos tan hermoso y espectacular, como virgen y apartado, al tiempo que va parando por los escenarios de rodaje de esta película de culto, que comparte escenografía con ‘El Valle de las Espadas’.